Luce 10 años más joven...
Después de los 30 años, empezamos a notar una serie de cambios en nuestro rostro que no son nada más y nada menos que signos de envejecimiento. De una forma progresiva empezamos a ver manchas en nuestra piel, capilares rotos, arrugas en la frente, ojeras más pronunciadas y pigmentadas, la piel reseca, deshidratada, ruda y con flacidez. Si no hemos cuidado la piel del rostro adecuadamente, es muy importante tomar medidas si queremos volver a tener esa piel que ahora extrañamos tanto.
Para iniciar correctamente un tratamiento de rejuvenecimiento facial, lo primero que debemos hacer es evaluar el cuidado diario de nuestra piel. Dependiendo del tipo de piel, hacemos recomendaciones específicas de cuidados diarios, pero por lo general debemos en primera instancia utilizar siempre bloqueador solar, evitar los jabones en la cara ya que estos resecan nuestra piel. Para lavar nuestro rostro, lo haremos con un “cleanser” o limpiador especial para la piel del rostro, utilizaremos un humectante con vitaminas y antioxidantes para hidratar nuestra piel durante la noche y una crema para el contorno de ojos.
Una vez hayamos iniciado con estos cuidados diarios, nos enfocamos en nuestras arrugas de expresión facial, las cuales delatan la edad y empeoran con el tiempo. Para esto, gracias a Dios contamos con Botox, el cual elimina las arrugas de una forma segura y sencilla, manteniendo siempre una apariencia natural.
Luego, nos enfocamos en los exfoliantes químicos, estos eliminan la piel muerta superficial que la hacen lucir ruda y sin brillo, además, estimulan la piel a regenerarse logrando así una piel lisa, uniforme, sana y bella. Recomendamos exfoliantes químicos como el ácido glicólico, de uso diario en casa, como también los peelings químicos regulares para lograr un máximo efecto.
Como la hidratación es la base de una piel bella, además de utilizar humectantes con antioxidantes, recomendamos los tratamientos de hidratación profunda o “mesoglow”. Estos hidratan la piel de una forma más intensa, ya que se infiltra con agujas ultrafinas, ácido hialurónico, antioxidantes y vitaminas en la piel, lo que nos devuelve esa turgencia que hemos perdido con el pasar del tiempo.
Para tratar los capilares rotos y manchas en la piel podemos recurrir a los tratamientos con laser, IPL, cremas despigmentantes y peelings dependiendo del caso.
Por último, pero muy importante, atacamos la flacidez de la piel del rostro, cuello y escote. Esto se logra con un tratamiento llamado radiofrecuencia, el produce un calentamiento profundo de la piel, estimulando así la producción de colágeno y elastina, dándole tono a la piel, evitando así que la gravedad haga estragos.
La Medicina Estética nos ofrece toda una gama de tratamientos de rejuvenecimiento que recomendamos según la necesidad del paciente. Estos van a minimizar los daños que se han causado en nuestro rostro con el paso del tiempo y previenen futuros daños.
Estos se realizan alternados y el resultado es un rostro notablemente más joven, saludable y bello.
Si tiene alguna duda o desea hacerle alguna pregunta al Dr. Diego A. Badiola, puede hacerlo a través de la sección "consulta On-line"
